domingo, 13 de mayo de 2007

A modo de Bienvenida

Una vez, en una revista, leí un artículo que consideré muy bueno y digno de dejarlo para la reflexión. En ese momento me hubiese gustado que much@s lo leyeran, pero no podía asegurarme de que hubiéramos coincidido en leer la misma revista, ni la misma edición.
Pues bien, he aquí una instancia para compartirlo con ustedes.

Ajedrez o Ludo.


(Felipe Berríos)

Desde que era niño nunca me atrajo el juego de ajedrez. Reconociéndole todos los méritos que tiene este juego-deporte y quienes con gozo lo practican, sin embargo prefería que los juegos tuvieran algo de azar más que seguir estrategias cuidadosamente estudiadas. Prefería los juegos donde no se calculara nada, sino que más bien había que dejarse sorprender por la espontaneidad de las cartas o de los dados.

Recuerdo que existía un juego muy simple que se llamaba ludo. Este juego consistía en que cada jugador, de un máximo de cuatro, tiraba por turnos dos dados y éstos indicaban cuántos espacios debía avanzar la ficha de cada jugador. El que lograba llegar primero con todas sus fichas al casillero final, era el ganador. Parecía un juego tonto al lado del ajedrez, pero de él se podía aprender algo para la vida mucho más importante que lo que enseñaba el suesudo ajedrez. Del ludo aprendí algo que ocultaba el ajedrez y es que la vida tiene mucho de impredecible, de riesgo, de espontaneidad. Que vivir la vida moviendo mis fichas para seguir estrategias que buscan hacerle jaque mate al otro no vale la pena.

Qué triste es aprender a actuar movido no por lo que parece correcto en cada momento, sino que actuar pensando en las repercusiones que tendrán mis movimientos en las jugadas futuras y actuar previendo lo que puedo perder en cada jugada. Actuar pensando por sobre todo en ganar el juego, no importando lo que se pierda en el camino o lo que se tenga que transar para ello. Vivir la vida obedeciendo jugadas predeterminadas no es vivir. Es cierto que el ajedrez como el ludo son sólo juegos y hay que tomarlos como tales. Pero cada vez tengo más fuerte la sensación de que los adultos les enseñamos a los jóvenes a vivir la vida como si fuera un juego de ajedrez. Viven ocupados y tensos, como conscientes de que cada movimiento, cada opción, les puede costar el juego. Parecen espontáneos, pero siempre están pensando lo que pasará en siete jugadas más adelante.

Muchos no quieren jugar así y patean el tablero de la vida que les hemos puesto y se meten en el trago, la droga o, simplemente, no quieren vivir. La juventud despreocupada, alegre y espontánea que nos muestran los medios de comunicación es un mito. Basta escuchar la letra de los rap que tararean los jóvenes para descubrir que viven la vida con la misma seriedad y presión con que un ajedrecista que es observado mueve sus piezas. No se trata de pedir que los jóvenes vivan la vida sin seriedad y que sus opciones no tengan importancia. Se trata más bien de enseñarles a vivir la vida con la alegría, con la soltura y con la espontaneidad con que se juega el ludo. Porque la vida, por mucho que ella se planifique, tiene mucho de imponderable y eso hace que la espontaneidad para vivirla sea necesaria para gozarla. Hay que saber vivir jugándosela por lo que en conciencia percibimos que es lo correcto, sin cálculos, sin estrategias, sin medir consecuencias. Saber que la vida es un juego sonde cada jugador tiene derecho a equivocarse y que, tal vez, el único error sea no haberse equivocado nunca y perder la jugada por pensarla mucho.

Lo que te hace ganador es jugar el juego, es apostar la vida, es compartir la alegría de saberse llamados a compartir el juego. Jóvenes, destierren el miedo y apuesten la vida a lo que les parece correcto, con la misma audacia con que en un juego se tiran los dados.


¿Qué más social que el modo de ver y vivir la vida?

5 comentarios:

Sterukita dijo...

Hola!!**

Ta Nindu el Blog... Saludos para ti!..

Nos vemos!


=)*

Vivian Opazo Correa dijo...

Estimada Rocío, realmente pareces poeta, con tanta palabra hermosa y verdades absolutas que has dicho en tu texto que has querido compartir, me has dejado en una reflexión profunda, la verdad de la vida, es que hay que vivirla sin planificarla, de forma sana pero sin planificar las jugadas, el día a día nos coloca jugadas en el camino las cuales hay que saberlas ganar o talvés perder, eso solo depende del destino. Eso sí, yo personalmente creo en el destino , que Dios nos ha puesto a cada uno.
Muchas FELICITACIONES por tus palabras, a cualquier persona que se siente derrotada , leer lo que has escrito le levanta el ÁNIMO sin darse cuenta.
Nuevamente van mis congratulaciones por tú texto y por tú Blosg. Espero que en el futuro continués utilizando tú Blogs.
Se despide cordialmente.
Profesora.
Vivian Opazo Correa.

Milena dijo...

uuu te encontreeeee...hice un guachileo cuatico, pero pude, que es lo importante....

es idea mia o esa es la columna de berrios en el sabado?..lo he visto en la vida, pero el mercurio miente..jaujaujaujaujaujaja

uuu algo de eso me recordo una parte de la canción el hombre del piano..esa ella siempre temio echar raices..bueno pa que ponerla toa...


mil besos ciberneticos....y nu deje botao al blog pueeeeeeeeeee

thebeauty _in_ black dijo...

hola rocio !

recien hoy cache tu direccion!!
lindo blog ...
es un buen articulo para reflexionar en esta vida ke pasa y pasa sin mas ...

un besote te km

aa mejorate pronto :) muchos cariños

Tu mamá y papá dijo...

loki.. como q no stas visitada.. tienes un log popular!! JUAJUAJUA..}

oie beia.. lei el articulo.. loo siento.. pronto paso a leerlo. kisses