domingo, 27 de mayo de 2007

Ver más allá ... es esencial ...

Creo que lo social, asunto al que hemos decidido dedicarnos el resto de la vida al estudiar lo que estudiamos, va a involucrarnos siempre en temas complejos ... que no pueden catalogarse de igual modo para todos los casos ... que requerirán una reflexión profunda antes de que podamos emitir una opinión o un comentario ... que nos obligarán a valorar la situación exacta en que nos encontramos y todo lo que pueda determinarla ... Es por esto, que nuevamente cito a Felipe Berríos en este Blog. Porque nuevamente me ha sorprendido con uno de sus interesantes artículos. Quiero compartirlo con ustedes ...


UN PROBLEMA EMBARAZOSO

Por Felipe Berríos, SJ


Una mamá de un campamento de la periferia de Santiago me contó que de nuevo sería abuela. Yo la felicité. Pero al darle un abrazo ella se puso a llorar. Entre lágrimas me contó que la hija que esperaba guagüita recién había cumplido sus quince años y que ella ni sabía que tuviera pololo. Me preguntaba ¿por qué a ella le sucedía eso, si siempre había enseñado bien a sus hijos? Decía que tal vez muchas veces le faltó para darle las cosas materiales que necesitaban, pero que nunca les había faltado el cariño. Que siempre se había preocupado de darles una buena formación, buenos valores y también había insistido en que se cuidaran. Continuaba llorando y me decía que hace tres años su otra hija había pasado por lo mismo, que había sido un golpe muy duro para ella y su marido y que creyó que la lección estaba aprendida, que nunca le pasaría lo mismo con su hija menor. Terminó diciéndome que igual le daba gracias a Dios, pues las guagüitas son una bendición de Él, pero que no esperaba que fuera de esa manera. Se secó las lágrimas y como diciendo que la vida debe continuar, me dijo sonriendo: "voy a ser abuela por segunda vez y todavía no se me casa ningún hijo".


Ese día al llegar a la oficina de Un techo para Chile me llamó la atención que unos jóvenes que trabajan allí estuvieran vestidos formalmente. Me enteré de que el motivo era que ese día recibirían los títulos profesionales de sus respectivas carreras. Ellos estaban felices de haber terminado una etapa importante en sus vidas. Al fin serían profesionales. No pude dejar de relacionar esto con lo que poco antes me había dicho la señora del campamento. Podía ahora entender, en parte, algo que me era incomprensible. Los jóvenes universitarios contaban con un proyecto de vida que incluía tener una profesión e ir haciendo las cosas paso a paso, ordenadamente. Pero, ¿qué proyecto de vida podía tener una chiquilla de quince años que vive en un campamento, estudiando en un liceo de tercera categoría, viendo en las teleseries una vida que ella nunca tendrá y sus padres transmitiéndoles valores que ella, viendo hoy donde están, piensa que no les sirvieron de nada para surgir?


Desde esa perspectiva, al tener una guagüita ella podría llegar a ser alguien, la haría ser una mamá y eso sería similar a tener un título. No sólo pasaría a ser de otra categoría en su casa, en el liceo y en el campamento, sino que también sería alguien, sería mamá. No tenía nada que perder y mucho que ganar. Tal vez ella nunca pensó conscientemente de esta manera. Pero era fácil haber visto en su hermana y las otras chiquillas del campamento que habían pasado por lo mismo, cómo llegaron a ser alguien ahora que eran mamás. Estando embarazada, y luego como madre, tendría un "proyecto de vida", algo por qué vivir.


Con matices, esta realidad se repite en muchas jóvenes a las que no les damos la posibilidad de proyectarse en algo en sus vidas. Algo que las motive a posponer cosas y ordenarse en otras buscando un fin. Me parece que el embarazo adolescente en un amplio sector social no es sólo una cuestión de no tener formación ni valores. Tampoco es sólo una cuestión de no saber cuidarse, de no conocer los métodos anticonceptivos. Creo que en su raíz hay un problema más profundo, un problema de expectativas de vida. A falta de un proyecto de vida, que me haga priorizar, esforzarme para conseguir lo que busco, ordenar mis afectos y mi vida en pro de algo. A falta de ese proyecto, lamentablemente, el embarazo adolescente inconscientemente se presentará como una posibilidad en la cual una muchacha no tiene nada que perder y mucho que ganar.



Para pensar, ¿no?


1 comentario:

Sterukita dijo...

Hola!!**

Está quedando muy lindo tu Blog!!


Te dejé como 5 abrasos.. ^^


Te dejo saludos tb..


Mejorate Pronto..

Nos vemos...




________
Aioz!!**